QUE FUE DE…LORENZO RIVARES

25 enero, 2020 Desactivado Por Club Baloncesto Monzón

Lorenzo Rivares jugo en el Peñas Monzón en las temporadas 92-93,93-94 y 94-95. Con este logro en su última temporada el ascenso a liga EBA. Era el alero titular del equipo, un jugador con buena mano que también se movía bien en el poste y era fundamental en aspectos del juego como los rebotes y las asistencias. Actualmente es el delegado internacional de RRHH del Grupo Eulen.

¿Cómo fueron tus inicios en baloncesto?

Empecé a jugar en Huesca, en las categorías inferiores del mítico Peñas de Huesca, movido por una tradición familiar unida al baloncesto: mi padre jugó a baloncesto, mi hermano ya jugaba al baloncesto, e incluso mi hijo ahora juega al baloncesto.

En estos inicios conocí Monzón como club rival. Recuerdo con cariño que ya entonces me di cuenta que era un sitio especial: nunca se rendían y siempre presentaban batalla.

Durante tu etapa en el club, conociste a muchas personas ¿Quiénes fueron las que más te marcaron?

Tuve la enorme suerte de estar en Monzón en una edad vital para cualquier joven: tras haber acabado mi carrera universitaria en Salamanca volví a Huesca y entonces apareció Monzón. Allí conocí gente realmente sobresaliente: Ángel Corvinos, Nacho Revenga, Miguel Aso, Hugo Abadías, Javier Celigueta, Sito Alonso, Joan Rius, Ramón Castell… no quiero seguir porque no me quiero olvidar a ninguno, pero quiero señalar por encima de todos a mi admirado Guillermo Uguet, sin duda la persona con valores más sólidos de todas las que he conocido en toda mi vida. El ejemplo de Guillermo ha marcado mi vida como referencia de “qué se debe hacer”.

En tu última temporada lograsteis la liga y participación en la posterior fase de ascenso. ¿Qué supuso tu participación en la misma?

Creo que fue la culminación a mi etapa jugando a baloncesto: con esfuerzo, persistencia e ilusión se puede llegar a todas partes. Además tuve la suerte de alcanzar este éxito rodeado de amigos y con una afición sin parangón.

A mitad de temporada del año siguiente, estando en liga EBA, tuve una oferta para trabajar en Grupo Eulen, y lamentablemente era incompatible con jugar en Monzón, así que dejé el equipo con un gran dolor de corazón.

El Grupo Eulen abarca varios sectores ¿Por qué elegiste recursos humanos?

Mi vocación son las personas: ayudar. En el mundo de la empresa, como en el baloncesto, es posible alcanzar altas metas respetando y desarrollando a las personas; ese es el reto y a eso me gusta dedicar mi vida laboral. Eso son los Recursos Humanos, donde lo de menos es el recurso y lo importante es lo humano.

La práctica deportiva, en especial el baloncesto, aporta una serie de valores ¿Son aplicables a EULEN alguno de ellos?

Por supuesto, los valores que me enseñó el baloncesto son esfuerzo, persistencia e ilusión: si no las metes debes entrenar mucho, y si sigues sin meterlas debes entrenar todavía más… creyendo que ese es el camino para acabar metiéndolas. Si a eso añadimos el trabajo en equipo, tan importante en este deporte (ayudar al compañero, aplaudir desde el banquillo o rendir al máximo cuando tienes la oportunidad), tenemos que jugar al mismo, es una escuela de vida.

Lo que me ha enseñado mi experiencia en Grupo Eulen es que estos valores son universales: ahora trabajo con gente de Estados Unidos, México, Costa Rica, Portugal… y cuando conseguimos equipos con estos valores el éxito está garantizado.